Portada » Paysandú: Juntarían firmas para frenar instalación de planta de hidrógeno verde

Paysandú: Juntarían firmas para frenar instalación de planta de hidrógeno verde

Spread the love

Con la organización del Movimiento Paysandú por un Uruguay soberano y la adhesión de otras cuantas organizaciones sociales, aunque no todas ellas marcaron presencia en la jornada, según se lamentó en el desarrollo de la actividad, este sábado 22 de marzo tuvo lugar una marcha por calle 18 de Julio y un acto en Plaza Artigas en el marco de la conmemoración por el Día Mundial del Agua.

La movilización, que reunió un interesante números de vecinos, denunció «la entrega» de «los recursos naturales» y, específicamente, del agua, a través de desarrollos como los que ejecuta la empresa UPM, de origen finlandés, y los que se concretarían en procura de producir hidrógeno verde. Aseguraron que se proyecta la instalación de unas 15 de esas fábricas en el territorio uruguayo.

El grupo llamó a la creación de una organización departamental que «luche» por esos recursos, trascendiendo las diferencias que provocan divisiones en la sociedad. Sostienen que esa experiencia se deberá «cristalizar» a nivel nacional, como «única alternativa» para frenar «la entrega que tenemos y la que se viene».

A través de la proclama que se hizo pública en esa oportunidad, y que transcribimos a continuación, se anunció que se impulsará una iniciativa popular en procura de frenar la instalación de la planta de hidrógeno verde en la zona de Constancia. La acción, que «sería un desafío muy grande porque habría que juntar unas 15.000 firmas», se materializaría según lo dispuesto en el Artículo 305 de la Constitución, que expresa: «El quince por ciento de los inscriptos residentes en una localidad o circunscripción que determine la ley, tendrá el derecho de iniciativa ante los órganos del Gobierno Departamental en asuntos de dicha jurisdicción».

Declaración por el Día Mundial del Agua. Paysandú 22 de marzo del 2025.

Los gobiernos entregan, regalan  el agua y la tierra. Los pueblos se organizan para luchar y recuperarlas.

Desde hace años venimos insistiendo que el modelo productivo que se aplica en nuestro país, como política de Estado, no beneficia a la mayoría de nuestra población y sí a las multinacionales que se vienen a instalar en Uruguay, más un pequeño porcentaje de uruguayos/as que logran acceder a una de esas pocas fuentes laborales. Porque es un modelo extractivista, basado en el agro negocio, priorizando la cadena forestal celulósica y la producción agrícola en base a fertilizantes y pesticidas. Generando daños irreversibles para nuestras aguas y tierras.

Extranjerizando la tierra, expulsando pequeños/as y medianos/as productores/as del medio rural, principalmente de alimentos, generando más pobreza y desocupación, engrosando los cinturones de las ciudades de nuevos pobres. Instalando una lógica de desarrollo y progreso falsa, propiciando focos de explotación sexual y de trata de personas en el entorno donde viven el personal extranjero de las empresas y los trabajadores de diferentes localidades de nuestro país.

Porque genera más desocupación e informalidad. De acuerdo a la Encuesta Continua de Hogares (2006 – 2020), la forestación, en todo su proceso, en el año 2006 empleaba 23.000 personas que vivían diariamente de este trabajo y en el 2020, unas 20.000 personas. Por más que se hayan instalado más plantas de celulosa, el número de trabajadores/as descendió. Por otra parte, con la expansión de  tierras forestadas se perdieron en este mismo período 7.000 puestos de trabajo en la ganadería y agricultura, siendo la mayoría de estos productores familiares.  A su vez el 38% de las/os trabajadores/as de la cadena forestal están en negro.

 No conformes con esto, desde el B.I.D (Banco Interamericano de desarrollo), aprovechándose de la situación de dependencia económica de nuestro país, se lo designa como abastecedor de energía para mantener el estatus de vida de los países ricos europeos,  llamada hoja de ruta del Hidrógeno verde. Por supuesto que para garantizar que esto se vaya consolidando se firman contratos secretos con estas multinacionales, por fuera del Parlamento,  buscando que le llegue la menor información posible a la población.

En febrero del 2024, el gobierno anterior firmó un memorándum secreto con la multinacional HIF Global. Luego de varios intentos por acceder a esa información y siendo ésta denegada por el gobierno de turno, violando la Ley 18.381 de acceso a la información pública. Esto fue denunciado por el MOVUS, en la Corte Interamericana de Derechos Humanos y desde hace meses el Estado uruguayo fue multado y todas/os estamos pagando a la Justicia uruguaya 830 dólares todos los días del año.

Necesitan cocinar sus acuerdos a escondidas para que el pueblo no se avive, pero también mienten ya que no son plantas de Hidrógeno verde, sino que son plantas de producción de combustible sintético y metanol para exportar  a Europa. Además, por supuesto se aprovechan de la grave situación de desocupación que vive nuestro país, proclamando que la construcción de esta generaría 3.000 puestos de trabajo directos. A su vez,  que  la planta HIF Global, que se instalaría en Paysandú, sería la inversión más importante de la historia del Uruguay, con US$ 6.000 millones. Algo que ya sabemos como en el caso de UPM 2, que decían que venían a invertir US$ 3.000 millones y con el tiempo supimos que ese era el costo de la infraestructura de la planta y que UPM no invirtió un peso en nuestro país, sólo en el salario y los aportes de las/os trabajadoras/es.

No obstante, es sabida la importancia de las áreas protegidas, para cuidar  la biodiversidad y el ecosistema. En el caso del proyecto que incluía las Islas del Queguay en las SNAPS, se modificó para darle tierras de este para la instalación de los paneles solares y fotovoltaicos de la empresa HIF, demostrando una vez más quienes mandan en nuestro país por sobre nuestros intereses. 

Esta planta que se instalaría sobre las costas del Rio Uruguay, en nuestra ciudad, ya cuenta con la recategorización de padrones, de rural  a urbano, al igual que la del Proyecto Tambor, en la localidad de Tambores. Pero también cuenta con el rechazo de la comunidad de nuestros hermanos/as argentinos/as de Colon -Entre Ríos, buscando provocar un nuevo conflicto entre ambos pueblos para beneficiar a una multinacional, ya que las 4 chimeneas estarán  humeando las 24 horas; benceno, dióxido de azufre, dióxido de cloro, monóxido de cloro, partículas sólidas, metano, apuntando a la playa de esa localidad, donde más del 90% de su población vive del turismo.

Creemos que el pueblo sanducero debería levantarse en contra de la instalación de esta planta por lo antes mencionado y porque además de regalarle el agua, la tierra, la soberanía, a esta multinacional, la producción de metanol con la mezcla de biomasa y dióxido de carbono, producirá desechos que irán al río contaminándolo aún más, eliminando la utilización de playas y corriendo al turismo que viene por nuestra hermosa zona costera. Si no evitamos la instalación de esta planta nos traerá más desarraigo de pequeños/as y medianos/as productores/as de alimentos del medio rural, menos flora nativa, riesgo en nuestras fuentes termales y no sabemos que más se comprometió el gobierno anterior en ese contrato secreto firmado.

Desde nuestro grupo Paysandú por un Uruguay soberano UPM 2 NO, hemos intentado informar por todos los medios posibles, realizando encuestas en donde nos da un altísimo porcentaje de desinformación de la población, nos manifestamos afuera y dentro de la junta contra la recategorización de padrones. Pero conociendo que tanto el gobierno saliente como el entrante están de acuerdo con la llamada hoja de ruta del Hidrógeno verde, que abarca 14 plantas en total, en todo el país y que la que van a instalar en Paysandú es bisagra, para darle vía libre a las otras, decimos que  solo la fuerza del pueblo organizado en las calles podrá lograr la forma de frenar esta nueva entrega. Las/os convocamos a sumarse a esta lucha, a ponerle un pienso, existen paralelamente a la movilización caminos constitucionales para transitar, un plebiscito departamental, pero solo lo lograremos con mucha militancia consiente.

Empresas multinacionales hoy tienen casi toda el agua dulce, de calidad, para sus emprendimientos, que  se llevan para beneficios propios, o la utilizan para su producción, contaminándola como es el caso de UPM, algo que  ya se comprobó que UPM, contamina nuestra agua. Ya se llevan constatados públicamente 5 episodios de contaminación en casi dos años de funcionamiento. El más grave fue en agosto del 2023 cuando derramó cerca de un millón de litros de soda caustica en la planta de Paso de los Toros,  eliminando la biodiversidad circundante a  la planta.

En noviembre de ese mismo año, también en esa planta,  derramando toda la producción de pulpa de celulosa.

En junio del 2024 derramó productos químicos sobre el arroyo Sauce. Un mes después derramó más de un millón de litros de soda caustica en el puerto exclusivo que tiene UPM en Montevideo y en marzo de este año el derrame de ácido sulfúrico en la planta de UPM en Fray Bentos, donde no funciona comisión de seguimiento desde prácticamente su inauguración.

Nos quedan aún 48 años de impunidad para contaminar de acuerdo al contrato firmado.

A su vez, UPM es quién más agua consume. Si ya tenemos más de 1.200.000 hectáreas forestadas, que consumen más de veintisiete billones y medio de litros de agua por día, la planta de UPM2 toma 136.500.000  litros de agua dulce, todos los días del año, del embalse del Rio Negro, los toma gratis. Y toma del Acuífero Guaraní entre 1.200.000 y 1.800.000 litros, también gratis. También todos los días del año otros 7 mil  millones de litros de agua que utiliza para diluir sus productos químicos, causándole una pérdida a UTE de 12.000.000 de dólares al año.

Claramente, como sociedad tenemos múltiples inquietudes, pero en este caso profundicemos en algunos aspectos como el robo de nuestros bienes naturales por parte de las multinacionales. O, más claro, como los gobiernos que tuvimos y tenemos le han entregado todos nuestros recursos estratégicos de desarrollo a las multinacionales, a través de contratos firmados en secreto.

Ahora, ¿Porqué definimos a UPM como el principal malla ORO de nuestro país? Primero, porque en el primer trimestre del año pasado obtuvo un beneficio neto de 279 millones de euros, un 52% más que en el mismo período de 2023, informó la compañía.

Porque, además de no pagar impuestos ya que tiene declarada toda su producción en zona franca, es beneficiada con el contrato firmado el 7 de noviembre del 2017, el cual permitió la construcción del llamado ferrocarril central, para que pueda ingresar sus insumos químicos y sacar su producción, con un costo de U$S 2.900 millones, con un mantenimiento de 500 000 dólares por día, durante 15 años, más intereses. Teniendo que pasar 900 años para que nuestro país pueda pagar esa inversión, sin ningún tipo de beneficio. Producción que se transportará  desde el puerto de UPM a su planta de Pueblo Centenario, no existiendo ninguna otra posibilidad de utilización de las vías ya que es utilizado por la multinacional las 24 horas del día. Tren que ya ha causado múltiples accidentes

Porque además, ese contrato obliga a que tengamos que comprarle la energía que produzcan, aunque no la necesitemos, a precio de mercado.

Porque ese contrato también legitimó la injerencia de las multinacionales en todas las ramas de nuestra educación pública,  principalmente la que se lleva a cabo a través UPM a través de su fundación. Pero, como si esto no alcanzara, a través de decreto le garantizamos no sólo la exclusividad en la utilización del agua del Río Negro sino la de extraer del subsuelo, si fuera necesaria.

Ahora, ¿por qué decimos que UPM es la multinacional que actualmente más perjudica a la mayoría de nuestra sociedad? En primer lugar, porque mientras los gobiernos que tuvimos y tenemos, en una clara política de Estado, benefician y están al servicio de UPM y las multinacionales que vienen al país a instalarse y llevarse nuestros recursos naturales, nuestro pueblo trabajador sufre las consecuencias de desocupación, pobreza, marginalidad, que alcanza con visitar  los barrios populares y más humildes de nuestro país para verlo, siendo Paysandú y Rio Negro los departamentos con más desocupación, superando el 12%.

 UPM 2, la “inversión” más grande de la historia de nuestro país, en donde trabajan menos de 200 funcionarios, esto informado por la misma empresa  y tenemos a miles de trabajadores/as desocupadas/os. Comenzó a funcionar la planta de fabricación de pasta de celulosa más grande del mundo y no mejoró para nada la calidad de vida de la clase trabajadora. Al contrario, tenemos dificultad para mejorar el desarrollo de la infraestructura y generar trabajo sostenible, duradero y de calidad. Se aplican grandes recortes en la educación pública, reduciendo también las horas de clase que puedan hacer pensar críticamente a las y los estudiantes.

UPM es quién más agua utiliza, contamina y se lleva de nuestro país, es quién más tierra posee, más de 460 mil hectáreas, y quién más la deja improductiva. Es quién más fueloil consume en nuestro país, casi el 80 % del total, siendo por ende quién más contamina nuestro aire. UPM es el principal malla oro en nuestro país, el que más factura, pasando de ganar con la primera planta 2 000 000 millones de dólares por día a ganar 5.000 000 millones de dólares por día desde que comenzó a funcionar su segunda planta.

Pero, como corolario a todo lo expresado anteriormente, el gobierno saliente antes de irse firmó el Proyecto Neptuno Arazatí, entregándole a un consorcio de empresas privadas el abastecimiento, la potabilización y distribución del agua para el consumo de la mayoría de la población uruguaya,  en una clara violación del artículo 47 de nuestra Constitución que expresa claramente que el agua para saneamiento, potabilización  y distribución debe estar en manos del Estado.

Contrariando a toda la comunidad científica, que se expresó unánimemente de forma negativa a este proyecto, porque se le va a brindar a cerca de 2.000.000 de personas agua contaminada por compuestos químicos tóxicos y cuando esto no suceda serán las cianobacterias que producirán sustancias tóxicas en el agua que llegara a la población. Se ignora a toda la academia para beneficiar a empresas privadas en 900 millones dólares, violando también el artículo 188 de nuestra Constitución que plantea que se le debe informar a todo el pueblo uruguayo lo que se vaya a realizar con nuestros recursos naturales.

Debemos tener claro que el imperialismo despliega todos sus tentáculos en nuestro país, por un lado con las mal llamadas plantas de Hidrógeno verde, por otro lado con el modelo forestal celulósico, también con la posible instalación de la planta de Google  y los venenos que de la mano del agro negocio, abonan  nuestra tierra, contaminando  los alimentos que consumimos.

No queremos dejar pasar esta oportunidad para aclarar que nos oponemos a la instalación de las mal llamadas plantas de Hidrógeno verde en cualquier rincón del Uruguay, y  de toda nuestra América latina

Por tierra para producir alimentos saludables, mejorar nuestra economía, generar trabajo sustentable en el tiempo, que dejen valor agregado. Es indudable que tenemos que debatir que País queremos. Apoyar y mejorar el principal objetivo del Instituto Nacional de Colonización, qué es el acceso a la tierra para la producción de alimentos, la Red de semillas, fortalecer con mucho más presupuesto la red de agroecología como alternativa a este modelo productivo. En contrapartida eliminar exoneraciones, subsidios al gran capital, que más allá de leyes que los/as benefician, se les han otorgado.

Sin agua no hay semilla. Cuidar y defender la naturaleza y nuestra vida. Tenemos posibilidades para llevar a cabo esto apoyando, incentivando  el consumo y producción orgánica, familiar, en huertas y predios administrados colectivamente. Apoyar la venta en ferias de esta producción orgánica, reforestar las ciudades y pueblos con árboles nativos, garantizar el acceso de los humedales al sistema de áreas protegidas, con presupuesto para que estos cumplan su función tan significativa, con respaldo y protección estatal.

Para esto proponemos paralelamente: Frenar toda forma de producción extractivista, buscando mitigar los efectos causados sobre nuestros recursos naturales, iniciando un camino de producción sustentable con nuestro medio ambiente. No plantar ni un eucaliptus más con fines de producción, eliminar la utilización de funguicidas y plaguicidas contaminantes, la producción de soja transgénica y toda forma de producción que atente o profundice la situación crítica actual.

Necesitamos un Estado oriental  soberano, libre de la injerencia extranjera. Para poder lograr independizarnos como sociedad debemos realizar la estatización de la banca, del comercio exterior, de los pozos agua (esto es algo urgente), Danone. Estatizar los acuíferos  y realizar un profundo debate, para ver qué hacemos, dándole valor agregado y trabajo para nuestro pueblo de las 1.200 000 hectáreas de eucaliptus.

Reforma agraria: A medida que vayamos avanzando en cuánto a nuestra soberanía alimentaria, nacionalizando nuestra tierra y nuestros medios de producción, es cuestión de vida o muerte, la  distribución de la tierra para producir alimentos sanos y saludables de toda la población

Búsqueda de independencia económica como única salida para terminar con las desigualdades sociales existentes: generar trabajo digno para nuestro pueblo, desarrollando un modelo productivo que nos sirva como sociedad. No al pago de la deuda externa: desde que se firmó la primer carta de intención, por el gobierno colegiado, pasando por la ilegitima deuda generada por el golpe cívico militar, hasta nuestros días, con una deuda externa impagable, que impide toda posibilidad de desarrollarnos plenamente. Cada uruguayo/a que nace lo hace debiendo 45 000 dólares por día.

Procesadas todas las discusiones que nos permitan visualizar que estamos bajo un avasallamiento de todos las leyes, fundamentalmente de nuestra Constitución, que los gobiernos y el Parlamento han sido omisos y cómplices a esta entrega, planteamos redoblar la apuesta y que las organizaciones sociales tomemos la defensa de nuestra única posibilidad que tenemos de desarrollarnos y mejorar nuestra calidad de vida, como sociedad y para el mundo que nos rodea, planteando la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente en donde se establezca y priorice las necesidades de nuestro pueblo y no la de las multinacionales y sus  intereses, sino el de los sectores populares.

Desde nuestro grupo  Paysandú por un Uruguay soberano UPM 2 NO, convocamos a crear una organización departamental  que luego se pueda cristalizar a nivel nacional, que le ponga un pienso pero que fundamentalmente luche por la defensa de nuestros recursos naturales, movilizándose en las calles, que pueda superar nuestras diferencias y que sea independiente de la política partidaria. Nos va la vida en esto. Sin una organización fuerte va a ser muy difícil frenar esta entrega que ya tenemos y la que se viene.

Paysandú por un Uruguay soberano UPM 2 NO.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *