«En los últimos 30 años han apostado a que el proyecto de la industria del portland se vaya apagando solo», enfatizó el presidente de la filial Paysandú de la Federación Ancap (FANCAP), Eduardo Zabala. El dirigente destacó que el gobierno haya instalado un ámbito de intercambio sobre el futuro de la industria cementera estatal y pública, pero lamentó que no aparezcan definiciones claras, «lo mismo que pasó en 2015».
Entre los asuntos que carecen de definiciones concretas citó, como ejemplo, el sostenido silencio gubernamental respecto al reclamo de concretar inversiones para instalar y dejar operativa la tercera línea de producción de la planta de Paysandú, el comúnmente llamado horno 3.
El gremio de los ancapeanos, que reclama ingresos, «actualmente estamos trabajando con un tercio del personal que necesitamos», inversiones y gestión, denuncia el «desmantelamiento» que sufrió el área durante el gobierno anterior y advierte sobre «los intereses privados» que podrían desestimular la producción estatal con el propòsito de conseguir la explotación de las canteras de calizas.
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